sábado, 28 de diciembre de 2019

Se armó la gorda



     Hay navidades que nunca se olvidan y la de este año va a ser una de ellas. La cena de Nochebuena comenzó como siempre, con mis cuñadas en sus conversaciones sin sustancia, mi madre pendiente de todos, mis cuñados hablando de trabajo, mis hermanos hablando de fútbol y mis hermanas y yo riendo a carcajadas... Los niños de la casa estuvieron revolviendo todo el rato y acabamos la cena cantando (unos más desafinados que otros) unos eternos villancicos...

     Cuando los niños se acostaron, pasó algo increíble. Me metí en mi antigua habitación a rebuscar entre los discos de vinilo uno de los "Pecos" para echarnos unas risas y apareció Germán (mi cuñado más pesadito y engreído, frecuente diana de mis maldades) en el umbral de la puerta.

    Hace un par de meses me pareció verle por la calle tocándole el culo a una rubia tetona espantosa y me mosqueé un montón, por eso le encargué a un amigo mío pintor, amante de la fotografía y con mucho tiempo libre, que le siguiera. Resultó que Germán era todo un asiduo a los puticlubs del barrio y que estaba liado con esa deleznable rubia de bote que hacía de su enorme pechera el fundamento de su vida. Mi amigo les hizo unas fotos comprometidas y grabó algunas imágenes y me las dio en un DVD. Yo pensaba dejarle en pelotas después de la Navidad, para no amargar las fiestas al personal y todo eso, pero no me quedó más opción que hacerlo antes.

      Germán se presentó en la habitación  y se ofreció a ayudarme a buscar el disco.

Te quedan dos telediarios, majete- le espeté de mal humor.

Me encanta lo sexy y lo rebelde que eres- dijo el muy asqueroso. Ya podía tu hermana aprender un poco de ti.

     Con la rapidez de un depredador, se acercó a mí por detrás y me besó en el cuello por sorpresa. Sus dedos me sorprendieron bajo mi falda corta.

¡ Serás hijo de puta...! - le solté mientras le daba un gran tortazo.

     Los hay tontos, muy tontos y... mi cuñado. Parece mentira que conociéndome un poco, se le ocurriera tentar a la suerte de esa manera. Quizá pensó que si me ponía de su parte dejaría de incordiarle, no lo sé. Maldito imbécil.

     Él salió corriendo de la habitación y le dijo a mi hermana  Elena:

Vámonos. Tu hermana  Eva ha intentado liarse conmigo. No la soporto. Se lo tiene muy creído.

     Mi  hermana me miró incrédula.  Mi Eva  más temperamental saltó con energía hacia la puerta:

De aquí no sale nadie sin ver algo que tengo que enseñaros.

     Elena me conoce y sabe que yo no traiciono nunca a nadie, y mucho menos a los que quiero. Por eso, contra todo pronóstico, se rebeló y le dijo a  Germán que se esperara, que quería ver de qué estaba hablando. El muy idiota se quedó también, porque además de idiota es un cotilla.

       Nos sentamos en torno a la tele, puse  el  DVD con las fotos y los vídeos y ... la reacción ya os la imagináis: mi madre llorando, mis cuñadas con los ojos como platos, mis cuñados mirando hacia los lados y hacia abajo, mis hermanas mirando a Germán con ganas de asesinarle, mis hermanos apretando los puños, Germán mirándome a mí con odio y desencajado, negando lo evidente, y la pobre  Elena con una crisis de ansiedad, sin poder creerlo...

     Esta tarde la acompaño al abogado ( para celebrarlo). 

sábado, 21 de diciembre de 2019

sábado, 14 de diciembre de 2019

Flor



        La semana pasada, mi amiga  FLOR  escribió un  relato  inspirado en mí. No os imagináis la ilusión que me hizo... Cuando éramos niñas inventábamos historias a medias y nos reíamos mucho; nos contábamos todos los secretos y planeábamos muchas travesuras.

      Veréis, Flor y yo fuimos vecinas durante tres años (mis padres se mudaban a menudo). Nos hicimos amigas  enseguida. A las dos nos gustaba leer, escribir, montar en bici y subir a los árboles; a las dos nos gustaban los misterios y los secretos y... a las dos nos gustaba el mismo chico.

       Las demás chicas tenían miedo a mi Eva salvaje, capaz de todo cuando quería conseguir algo, pero Flor no. Flor, sencillamente, me miraba a los ojos y sonreía. Me desarmaba. Y siempre se salía con la suya. 

      Le propuse que compartiéramos al niño, pero ella se negó. Decía que eso no le gustaba, que el amor se da de uno en uno... 
      Le propuse que le diéramos calabazas las dos, pero tampoco quiso.
      Le propuse que le obligáramos a elegir, pero ella decía que no tenía por qué poner en ese apuro al muchacho.

      Ya imagináis el final...
                                              ¡¡Se fue con ella!! 

       Ahora que lo pienso... Es la única persona de la que no me he vengado cuando era niña por robarme un chico... ja, ja.
       Te quiero mucho, amiga.

sábado, 7 de diciembre de 2019

Brindis



Hoy brindo por el beso que guardamos
por años escondido en la memoria;
por el trozo secreto de la historia
que a nadie en mucho tiempo confesamos.

Hoy brindo por el beso que no damos
y espera su ocasión para ser gloria,
por la vida que gira como noria,
por el sueño de vida que abrazamos.

Hoy brindo por la tierra que se moja,
por la lluvia que empapa la paciencia,
por la muerte que implica nueva vida.

Hoy brindo por el blanco de una hoja,
por la tinta que escribe en la inconsciencia,
por el túnel que encuentra su salida.

CHIN, CHIN
                                                                                Eva S. Stone ™