
Así, poquito a poco, desnúdame segundo a segundo, suéltame el negro encaje y descubre mis blancos, mis rosados, mis tostados, la línea donde ayer ese biquini quiso marcar la frontera de lo que para otros está hoy prohibido.
Así, despacito, gozando intensamente, como si esta urgencia que nos apremia a ambos no existiera, como si nos tuviéramos día a día...
Disfruta cada poro, cada esencia, cada milímetro de piel ardiendo por ti esta noche. Deja que te recorra suavemente con mis dedos, que la piel de mis senos explore todo tu cuerpo- erectos mis pezones- desde tu espalda firme a tu amanecer erguido y generoso...
Consiente que mi lengua se vuelva loca eligiendo por dónde empieza a poseerte, por dónde sigue, dónde se instala durante unos minutos...
Desciéndeme, asciéndeme, muérdeme, succióname, acaríciame, bésame, lámeme, excítame... Déjame que te haga mío en un instante fugaz e inolvidable.
Dibújame el placer en la comisura de mis labios, no permitas que el tiempo nos domine, habítame como si hubiera un mañana donde volver a encontrarnos.
Quizá no me recuerdes al despertar, quizá debas volver a otra vida llena de obligaciones; por eso, no lo pienses, ámame piel a piel, labio a labio, humedad con humedad...
Sólo se vive una vez y hoy, quiero vivirte entero y sólo para mí.