viernes, 28 de mayo de 2021

Retos

               




Atrévete a quererme sin rincones, así de par en par, el alma abierta...

Atrévete a lamerme las heridas y hacer de tus cuidados mi consuelo...

Atrévete a besarme sin remilgos, dejando el el alma entera en cada beso...

Atrévete a perderte en mis silencios y hacer de tus silencios mi escalera para subir al cielo de tus ojos...

Atrévete, te espero...

viernes, 30 de abril de 2021

Martín

                      




     No sé si alguna vez habéis convivido con una persona negativa. Es una de las peores cosas que puede ocurrirte en la vida. Tú te levantas llena de energía ( como siempre desde que tienes uso de razón),  y ellos, poco a poco, te la van robando toda.

    Así era Martín, una de mis ex-parejas. Si él amanecía de capa caída- casi todos los días era así-, yo acababa por olvidarme de sonreír y comenzaba a ver todo a través de su tristeza y si acudía a refugiarse en mí, conseguía dejarme exhausta, decaída, como si me hubieran quitado las pilas.  A mí nunca me ha importado escuchar a la gente cuando tiene problemas (dicen que transmito paz cuando mi Eva más tranquila me habita) pero esto de lo que hablo es diferente, no es que tengan problemas,  es que ellos son el problema, con su forma de enfocar la vida, con su negatividad, con su falta constante de ánimo. "No sé qué haría sin ti"- me decía a menudo. " Pues yo si sé lo que haría sin ti"- pensaba  yo.

      Desconozco si esto lo cura o lo aplaca una buena terapia, pero mi paciencia tiene un límite muy pequeño y no duró mucho esa relación. Un día- sin previo aviso- mandé a Martín a la mismísima mierda. Demasiado aguanté.

    Ninguna de mis Evas es negativa, ni siquiera la más vengativa; nosotras necesitamos toda nuestra energía para sobrevivir, no podía dejar que nos ahogara de esa forma.

    Hace poco me llamó al móvil y no contesté. Y creo que hice bien.

    Tuve la tentación de mandarle un whatsapp con rima, pero mi Eva prudente no me dejó:

" Martín, eterno draculín
que quitas energía,
porque eres un flojín.

He vuelto a ser yo misma
 desde que estoy sin ti.

Así que... cuidadín,
si vuelves a llamarme,
te corto el cilindrín..."


A veces me sorprende con cosas como esta mi Eva choni- poeta...

viernes, 16 de abril de 2021

Despacio...

                                    

 
     Así, poquito a poco, desnúdame segundo a segundo, suéltame el negro encaje y descubre mis blancos, mis rosados, mis tostados, la línea donde ayer ese biquini quiso marcar la frontera de lo que para otros está hoy prohibido. 

     Así, despacito, gozando intensamente, como si esta urgencia que nos apremia a ambos no existiera, como si nos tuviéramos día a día... 

      Disfruta cada poro, cada esencia, cada milímetro de piel ardiendo por ti esta noche. Deja que te recorra suavemente con mis dedos, que la piel de mis senos explore todo tu cuerpo- erectos mis pezones- desde tu espalda firme a tu amanecer erguido y generoso...

     Consiente que mi lengua se vuelva loca eligiendo por dónde empieza a poseerte, por dónde sigue, dónde se instala durante unos minutos... 

     Desciéndeme, asciéndeme, muérdeme, succióname, acaríciame, bésame, lámeme, excítame... Déjame que te haga mío en un instante fugaz e inolvidable. 

       Dibújame el placer en la comisura de mis labios, no permitas que el tiempo nos domine, habítame como si hubiera un mañana donde volver a encontrarnos. 

     Quizá no me recuerdes al despertar, quizá debas volver a otra vida llena de obligaciones; por eso, no lo pienses, ámame piel a piel, labio a labio, humedad con humedad...
 
      Sólo se vive una vez y hoy, quiero vivirte entero y sólo para mí.

viernes, 9 de abril de 2021

Filosofando

                      


     A mi Eva más rebelde le encanta saltarse las normas y disfruta bailando en la frontera que delimita el bien y el mal, especialmente si es por provocar o hacer de rabiar a alguien con la mente muy estrecha que se empeña en ponerle cuerdas en sus alas...

     Pero... ¿Dónde está el límite? ¿Hasta qué punto lo ponemos nosotros mismos y hasta qué punto lo establece la sociedad en la que nos toca vivir? ¿Qué cosas que no hacemos haríamos, si supiéramos que nadie va a saberlas nunca? ¿Cambiaría algo nuestro comportamiento en ese caso?