sábado, 26 de octubre de 2019

Escríbeme...



          El deseo me devora a todas horas, no consigo saciar mi sed de ti, la sed que se me instala entre las piernas y paralelamente, en el hueco que queda a la intemperie del corazón que late inquieto bajo mi seno.

          Nada me consuela del vacío de tu mirada ausente, de tus manos invisbles recorriendo mi cuerpo, de tus labios besando uno a uno mis tesoros, de tu lengua caliente explorando mis continentes salvajes.

         Quiero escribir en tu piel toda mi historia, la historia que comienza virgen con nuestro futuro encuentro, vivida con la fuerza del río que estalla violento después de tantos años contenido, la historia que se teje solo si se vive - intensa y sincera- entre dos.

          Necesito que tú escribas también tu historia sobre mi piel, que dibujes paisajes nuevos a mi horizonte, que me enseñes estrellas que yo aún desconozco...

         Busco la compañía de amores fugaces mientras espero el día en que aparezcas, pero sólo consigo que esta rabia triste que carcome mi alma se haga más firme, que este deseo ávido me estremezca los días y las noches, que la frágil esperanza de hallarte después de tanto tiempo me ahogue cruel cada minuto incompleto del borroso horizonte de mi presente....
            

sábado, 19 de octubre de 2019

¿ Con o sin?



           Encontré esta foto en internet y me hizo mucha gracia.

         Hubo unos años locos en los que me costaba dormir sola y aprovechaba cualquier ocasión para despertar en compañía, pero ahora ya no.  El secreto - dicen- es dormir en el centro de la cama, aunque la verdad, yo siempre duermo en el centro de la cama, aunque esté acompañada. Es una costumbre que tengo desde niña, cuando en mis temores infantiles pensaba que había alguien debajo del catre que podía intentar acuchillarme por un lado o por otro y que la única postura para evitar esto era ocupar la parte central, donde tenía garantía de que no llegaría ningún brazo asesino desde abajo ( demasiadas  lecturas de terror en la pre-adolescencia, supongo). También tengo la manía de sacar una pierna fuera de las sábanas y de abrazar fuertemente la almohada bajo mi cabeza como si en ello me fuera la vida, tumbada siempre boca abajo.

     He tenido parejas que dormían con dos almohadas o con calcetines (ése duró un día, claro), parejas que roncaban o que soñaban en alto y no me dejaban descansar, maniáticos con toda una serie de rutinas previas al sueño que se ponían de mal humor si no las ejecutaban a la perfección y en el orden preciso... y otras cosas que no puedo contar.

     Vaya, que una cosa es tener sexo placentero y otra dormir...

    Para dormir, casi todas mis Evas prefieren la soledad absoluta, aunque no se ponen de acuerdo en el modo: hay una Eva a la que le encantan los pijamas y otra que duerme sólo con un pañuelo en el cuello como atuendo; hay una Eva que lee compulsivamente antes de acostarse y otra que ve la tele; hay una Eva que duerme profundamente y otra que tiene a menudo insomnio...

    ¿Y tú? ¿ Tienes manías para dormir? ¿ Alguna rareza? ¿ Prefieres dormir con ropa o sin ella?

sábado, 12 de octubre de 2019

Magia



              Hoy me despertó la magia. Sí, la MAGIA.

          Sorprendentemente, el despertador no sonó como de costumbre y en lugar del horrible riiiiinnng , emitió una música preciosa que me recordó a la banda sonora de "Los chicos del Coro". Cuando esto ocurre, sé que Eva maga  ha llegado. Desayuna cereales invisibles de su tazón mágico, se enfunda un vestido largo y un sombrero, coge la varita como complemento y sale a la calle a realizar sus particulares hazañas.

       Eva maga cree que la vida es un milagro, que cada minuto es un regalo con caducidad que hay que disfrutar de inmediato, que todo puede ocurrir si lo deseas con fuerza... Ella piensa que aún hay esperanza para este mundo, que quedan personas que  merecen la pena y que hacen de este planeta  un lugar agradable... Hace tiempo que sabe que hay dos opciones ante la adversidad: gruñir  y quejarse o tomarse la vida con humor... y ha elegido la segunda opción. Por eso se ha pasado la mañana emulando a su ídolo en estos menesteres: David Chesterfield.

     Ha sido agotador pero, al llegar a casa, tenía la sensación de que, en parte, había colaborado a hacer del mundo algo mejor y más ameno. Me lo he pasado bomba...


      ( No os perdáis el vídeo si no lo habéis visto nunca; os sacará una sonrisa...) 
                   

           

sábado, 5 de octubre de 2019

Puertos privados







Te observo.  Charlas entre la gente y no me miras, como si yo no fuera algo tuyo, como si diera igual que yo estuviera colgada del azul de tus silencios.

Miro hacia el suelo, triste; la esperanza vacía en los bolsillos, encorvada y volátil.  

Una pregunta  hueca  se abre paso pronto entre mis labios:  ¿No fue siquiera amor por un instante?

Me giro de improviso. Sin esperar ya nada, me sorprendes: t
u mirada me besa por la espalda, impertinente y voraz como la ansío.  Se cruza con la mía unos segundos.

Sólo entonces comprendo que tú  tienes tus jaulas, que sueñas como yo que nos amamos rompiendo los barrotes y huimos al vacío de un futuro que aún no se ha inventado. Y maldigo las jaulas y los nichos de amor,  y maldigo las cuerdas, los lazos  de sociedad que, impasibles , atan a la fuerza.

Me alejo aún así sin ilusiones. Absurdo es esperarte en una duda que nunca confirmaste con certezas. ¿Acaso es tu mirada sin palabras  respuesta a esta pasión que me devora?

Repito la canción en mi cabeza: "Si tú me dices ven, lo dejo todo".


Pero no dices ven. Y yo me marcho.