Desde muy pequeña me fascinan las sombras chinescas. Me apasiona jugar con la sombra que hacen mis manos o mi propio cuerpo en el suelo, en las paredes... Los juegos de luces y sombras, en general, me parecen una mina de oro para el desarrollo de la creatividad. Al juego infantil de hacer figuras tras una sábana blanca ( la cabeza que habla, el águila, el perro, el conejo...) se le puede dar también un giro erótico para hacerlo de adultos y para hacer menos rutinario el arte de amarse. Tras una sábana, iluminada sólo por un foco con colores y con un maillot ajustado que deje marcar todas las partes del cuerpo, puede despertarse el deseo y la imaginación de cualquier espectador. Doy fe.
Mi amiga Marta y yo, con diecisiete púberes añitos, nos sacamos un dinerillo con un espectáculo erótico que ingeniamos basado en los juegos de sombras. Por esos años mi Eva más sensual me habitaba casi todo el día y mis otras Evas apenas discutían con ella. Representábamos nuestra coreografía, con música variada y sonidos de la selva, en el garaje de los padres de un amigo del barrio, que estuvo encantado - durante los escasos treinta días que duró- de participar en la loca aventura cediendo el espacio y llevándose una comisión de las entradas.
El garaje se llenaba los fines de semana. Marta y yo nos divertíamos mucho ideando. No hacía falta que nada fuese verdad, sólo que lo pareciese a través de la sábana. Fingíamos duchas, juegos lésbicos, caricias, posturas imposibles. Teníamos un falo de plástico de esos que se cuelgan en la cintura y una de las dos hacía de chico en algunas escenas...
El garaje se llenaba los fines de semana. Marta y yo nos divertíamos mucho ideando. No hacía falta que nada fuese verdad, sólo que lo pareciese a través de la sábana. Fingíamos duchas, juegos lésbicos, caricias, posturas imposibles. Teníamos un falo de plástico de esos que se cuelgan en la cintura y una de las dos hacía de chico en algunas escenas...
Supongo que los vecinos sospecharon de tanta actividad en la casa. Todo terminó el día que mi padre ( hombre rígido y de moral intachable) se enteró del asunto y me sacó de allí montando un espectáculo que quedó para siempre en la memoria de todos. No me quedó más que obedecerle porque ( por los pelos, que conste) era menor, jurándole con rabia que, en cuanto cumpliera dieciocho, haría lo que me diera la gana...
El mismo día de mi cumpleaños cumplí mi juramento, pero la verdad es que ya había perdido toda la gracia y mi cabeza estaba en otros proyectos...
siempre he buscado mi silueta en la pared al montármelo con alguien, ese discurrir mágico y cinematográfico
ResponderEliminarLas siluetas dan mucho juego, sí.
EliminarUn beso sombreado.
¡Je! Interesante.Solo tiene una pega. No hay manera de saber si la titi es pelirroja.
ResponderEliminarBeso
Ja, ja... Tienes razón. Tampoco puedes saber si es fea... ja, ja...
EliminarUn beso pelirrojo.
Seguro que en ese experimento erotico había más de rebeldía ante la autoridad paterna y por tanto, con la libertad que te daban los 18 años el asunto ya no era tan seductor.
ResponderEliminarBesos.
La rebeldía y la adolescencia hacen pareja siempre.
EliminarUn beso rebelde.
Tanto esperar para cumplir los 18 y cuando llegan le falta la gracia de lo prohibido y ya no hace ilusión.
ResponderEliminarTu padre debía estar taquicárdico contigo, supongo.
Besos.
Cuántos padres taquicárdicos de adolescentes rebeldes habrá...
EliminarEsta historia es la historia de cualquiera de ellos.
Un beso con buen ritmo cardíaco.
jajajaja perdona pero me he mondado con el comentario de Chema sobre tu padre y su taquicardia contigo :))
ResponderEliminarIba a decirte, que me encantan las sombras chinescas, y .... las tuyas tambien :))
Beso con sombra
Gracias, Carmela.
EliminarLas sombras chinescas y las luces son una fuente de creatividad casi inagotable.
Un beso creativo.
Los juegos de sombras... Quizás todos hemos jugado con ellos e inventado mil fantasías...
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que todos, Rafael. Tenemos imaginación ilimitada hasta que la sociedad nos impone los límites.
EliminarUn beso libre.
Rebeldía, autoridad, secreto, lo importante es saber cuando desearlo y dónde.
ResponderEliminarEl tiempo de un adolescente, el que pasa, es más lento al que de forma natural sucede cuando la vida se acaba. Curioso, nunca lo entendí de joven ... ahora sí.
Espero que tu rebeldía siga firme.
Por supuesto. Aunque no todas mis Evas son rebeldes,claro.
EliminarUn beso pensativo.
Cuando eres mayor, ya no hay trasgresión y la cosa mola menos.
ResponderEliminarBesos.
Así es. Entonces pasamos a trasgredir otras cosas... ja, ja.
EliminarUn beso molón.
Vaya espectáculo de sombras chinas, podrías poner un video de aquello ;)
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Entonces no había tanto afán por grabarlo todo; se disfrutaba el momento y ya está. Alguna foto hay, claro, pero a saber dónde...
EliminarUn beso desordenado.
Toda una vuelta de tuerda a las soombras chinescas.
ResponderEliminarQue sugestivo debió se todo eso.
Besos.
Una de mis Evas es forofa de darle otros usos a las cosas...
EliminarUn beso sugestivo.
las sombras chinescas son un arte olvidado, ya no se ven mucho. y quizá sea mejor así, porque con la censura que hay hoy en día, a los creadores de las sombras les podrían detener, como a los titiriteros. 3:) antes podía echarte una bronca tu padre, pero ahora va a por ti la audiencia nacional. :O
ResponderEliminarbesos!!
No tienes más que ver facebook que te elimina la publicación de una obra de Arte mundial si contiene un desnudo...
EliminarUn beso sin censuras.
Ya con 13 años, apenas comenzada la adolescencia, dije que a mis 18 me iría a vivir sola...a mi bola, con mis ritmos y mis gustos... Lo hice a mis 17, un mes después de haberlos cumplido... sólo que no fue "sola"... Pero esa es otra historia 😉
ResponderEliminarUn beso rebelde aún.
¡Qué interesante...! Cuenta, cuenta...
EliminarUn beso curioso.
Vaya. Imagino el papá puso el grito en el cielo.
ResponderEliminarEl grito sí. Porque la mano jamás me la puso encima. Menos mal.
EliminarUn beso de paz.
Topamos con la censura !! jaajaja
ResponderEliminar;)
Esa es la censura más natural, la de los padres que quieren el bien de sus hijos; mucho peor es la otra, la que no deja expresar con libertad siendo adultos.
EliminarUn beso incensurable.
Para esa etapa de la vida, la imaginación es más febril y creativa. Cuántas cosas eróticas nos reventaron los sesos, y la preocupación de los papás. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarBueno... La creatividad está dentro de uno siempre. Sale mejor cuando no hay preocupaciones, claro, pero estar, está.
EliminarUn beso imaginario.
Hubiera ido gustoso a ese espectaculo.
ResponderEliminar¡Que digo! Hubiera ido cada semana.
La Eva que se fue de casa fue la suma de las voluntades de todas tus Evas.
Me hubiera gustado que fueras...
EliminarMUAK.
Un beso agradecido.
Tu mente es muy pródiga en creatividad, me estoy dando cuenta de ello a cada día que pasa. Es fascinante lo que trancurre en esa cabecita tuya.
ResponderEliminarBesos para todas las Evas :D
Creo que soy hiperactiva mental, pero es lógico si piensas que somos 23 Evas pensando a la vez.
EliminarUn beso veintitrés veces.
Vaya anécdota de juventud más imaginativa...terminó mal pero estoy segura que tu padre quería tu bien.Besicos
ResponderEliminarMi padre me adoraba. Eso siempre lo he sabido.
EliminarUn beso contento.
Espero que lo volvieras a probar sin fingir, las sombras se sienten mejor así.
ResponderEliminarNo se porque pero tu Eva sensual eso ya lo sabe.
Besos.
Mi Eva más sensual es muy juguetona, Aga. Pero eso ya lo sabes tú... ja, ja.
EliminarUn beso con sombras.
¡¡cuánto le hubiese gustado a este pirata haber sido uno de tus aquellos espectadores!!
ResponderEliminarbesos.
Y a mí que lo fueras. Te habría firmado un autógrafo en el parche... por lo menos.
EliminarUn beso pirata.
La ley dice que de un día para otro asentamos la cabeza, ayer era menor de edad hoy hasta me pueden meter en la cárcel por haber cumplido la mayoría de edad, cuanto se equivocan.
ResponderEliminarSaludos
Las leyes las hacen las personas y las personas son imperfectas.
EliminarEstá claro.
Un beso sin ley.
jajajaj que cosas te pasaban y te pasan...
ResponderEliminarEn tu club social de Evas, la diversión está asegurada.
Besitos.
¡Un club social! ¡Qué buena idea! ¡ Pondré a trabajar a mi Eva más sociable!
EliminarUn beso agradecido.
Con cariño ,gracias por el tuyo ,tu compañía y la vida pasa muy rápida.
ResponderEliminarBesos
Gracias a ti, Marina.
EliminarEspero que poco a poco vayas saliendo del bache.
Un beso reparador.
Menuda bomba tenías que ser en casa, Eva.
ResponderEliminarLas cosas pierden la gracia cuando ya no están prohibidas, ¿ verdad?
Mil besos.
Bueno... algunas sí.... otras... siguen gustando... ja, ja...
EliminarUn beso prohibido.
A mí siempre me han gustado las sombras chinescas... aunque entiendo a tu padre.
ResponderEliminarBesos.
Normal. Si yo fuera mi padre hubiera hecho lo mismo... O no. Depende.
EliminarUn beso pensativo.
Son divertidas las sombras chinescas, aunque tu padre tenía toda la razón, esas cosas son para mayores, y cuando puedes hacerlas no te llama la atención. Lo prohibido siempre apetece más.
ResponderEliminarBesos Eva
Puri
Lo prohibido atrae. Y lo nuevo. Y lo distinto...
EliminarUn beso grande.
Imagino a tu papá,cariños.
ResponderEliminarPobre hombre.
EliminarUn beso nostálgico.
Quien de niña no juega con sombras chinescas, de mayor no tiene imaginación.
ResponderEliminarMe encanta la frase. Propia de un escritor magnífico, como tú.
EliminarUn beso juguetón.
A esa edad, los proyectos cambian todo el tiempo. Y los padres siempre interrumpen la diversión.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Siempre. Cómo lo sabes.
EliminarUn beso sin interrupciones.
Me hubiera encantado estar presente en todas la funciones, menos en la última, claro.
ResponderEliminarUn beso chinesco.
Pues la última fue la mejor: doble espectáculo al precio de uno... ja, ja.
EliminarUn beso chinesco también para ti.
La clave es esta, Eva chinesca:
ResponderEliminar"No hacía falta que nada fuese verdad, sólo que lo pareciese"
Todos hemos jugado o representado algo semejante alguna vez en nuestros tiempos juveniles. Parte de la iniciación incluso.
Al final va a resultar que mi hermano mayor también fue travieso... ja, ja.
EliminarUn beso juvenil, Fackelito.
En mis tiempos de infancia y que coste más pequeña que tú, habían muchos niños que jugaban a médicos o a papas y mamás, y se escondían detrás de unas persianas ha darse besos a escondidas, jajjajajaj vaya con la Eva chinesa. Te deseo una feliz semana, no he pasado antes porque llevo unos días muy mal con dolores de lumbares y dolor de estómago, son los efectos secundarios de los inmunodepresores, te he dejado un comentario en la entrada anterior, besos de flor 😘😘💋👀
ResponderEliminarEspero que estés mejor, amiga mía. Ya sé que tienes días bastante chunguillos.
EliminarA los médicos... también he jugado. Y confieso que aún juego, aunque a un amigo mío médico no le haga gracia porque dice que es un tema muy serio...
Un beso ENORME.
Hay ciertas sombras que no se pueden representar y no son precisamente ni las de Grey, ni las chinescas. Son otras que como la cantidad de Evas y Adanes que hay (aparentemente todo es normal)en etapas diferentes. Tod@s hemos pasado por casos muy parecidos. Más lo importante de esta gran narración es que cada persona, somos un mundo y muy pictórico... El colorido forma parte de este esencial arco iris, muy bien representado Eva.
ResponderEliminarBesos chinescos.
¿Sombreamos, Quino?
EliminarUn beso chinesco y colorido.
Cada etapa de la vida tiene su cosa y su diversión.
ResponderEliminarBesos.
Es bonito recordar.
:)
Sí. Y aunque vengan mal dadas, con buen humor se palían muchas cosas.
EliminarUn beso GRANDE.
Es normal que si tu padre lo supo,se enfadara.Pero lo extraño es el silencio del padre de tu amiga(mmm)
ResponderEliminarMe gustó ese final en el que el" juramento" ya no se pudo hacer:estabas en otras cosas.Me reí .
EL caso es que son relatos para recordar y muy bien recreados
Besucos
Gó
Al padre de mi amiga se lo dijo el mío. La llevaron a un cole interna ese último curso...
EliminarUn besuco también para ti.
Vivencias muy divertidas de dos chicas atrevidas, hasta que llegó papá. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Parece el título de una canción...ja, ja... Me gusta.
EliminarUn beso sonriente.
Pero no dejes de hacer lo que te dé la gana... y sobre todo no olvides contarlo tan bien como haces habitualmente.
ResponderEliminarAbrazo grande, Eva. Más que grande.
No he dejado nunca de hacer lo que quiero. Mi Eva con carácter ayuda mucho a eso...
EliminarUn beso libre.
Parte del gozo es el espectador por cierto, muy buena entrada, me quedo por aqui, saludos desde Chile!
ResponderEliminarGracias por quedarte. Espero que disfrutes con mis historias.
EliminarUn beso de bienvenida.
Me ha encantado leer este post. He disfrutado de cada una de sus palabras y he montado perfectamente la escena en mi mente. Gracias.
ResponderEliminarDe eso se trataba... así que me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso contento.
Vaya, cómo me hubiera gustado ver ese espectáculo de sombras chinescas... eso sí que serían sombras sugerentes, y no las cincuenta de Grey.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Cualquier día, lo repito, pero mejorado... ja, ja...
EliminarMe estoy animando.
Un beso travieso.
Podrías retomarlo ahora...
ResponderEliminarA mi padre le salieron todas sus canas los tres meses antes de que yo cumpliera los 18. También había hecho un juramento y parece que no lo pasó bien. Mi madre cuenta que el día que cumplí los 18 años (yo estaba en Madrid y ellos en Coruña) lo pasó pésimo.
Besos
Pobres padres...
EliminarUn beso solidario.
Me gusta, como vas conduciendo tu historia y el lector se va haciendo en su mente esas proyecciones.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un Abrazo.
Gracias, José Antonio.
EliminarUn beso grandote.
Hola Eva, cuando somos jovencitas siempre nos llaman estas cosas digamos "prohibidas", lo malo que luego vienen los padres y lo estropean todo, el tuyo por ser tan estricto y el otro lo permitía por que hacia negocio llevándose una parte de la recaudación, pero bueno siempre hay tiempo para hacer mas cosas que nos gustan en las diferentes edades.
ResponderEliminarBesos.
El padre de mi amigo no lo sabía. Se iban los fines de semana a una casa en el pueblo...
EliminarSiempre hay tiempo, sí. O casi siempre.
Un beso pirujo.
¿ De las orejas? ¡Ayyyyyyyyy! ¡Qué salvajada! Estoy segura de que no te gustaría ponerme las orejas de soplillo....
ResponderEliminarUn beso casi asustado.
Pues me parece muy creativo. Es una pena que con la edad no sigan estas experiementaciones juveniles. También lo digo en propia carne, a veces me gustaría un mundo más desenfadado. Saludos.
ResponderEliminarSerá porque soy rara, pero... Yo sigo teniendo mi mundo... ja, ja... y sigo haciendo experimentos....
EliminarUn beso experimental.
A mi también me gustaban las sombras, eran divertidas. Ya veo que tienes una creatividad singular. La juventud nos debería durar más, jeeeeee...bueno, entiendo a tu padre pero lo debiste pasar en grande.
ResponderEliminarInteresante y curiosa entrada que me encanta.
Tengo problemas con Bloguuer, hoy me voy escapando...
Amistosamente.
Mi madre me enseñó que hay que disfrutar cada instante y así hago. Duró poco, pero que me quiten lo bailao....
EliminarUn beso agradecido.
Me encantan las sombras chinescas.
ResponderEliminarAhora ya puedes hacer lo que quieras...
: )
A mí también... Algún día las retomaré...ja, ja.
EliminarEres muy generosa dando un repaso a todas las entradas anteriores.
Un beso agradecido.